ARCA habilita a los consumidores a optar por realizar sus pagos en la moneda de su preferencia, incluyendo, entre otras, dólares, euros o reales.

Asimismo, los comercios están obligados a emitir la factura correspondiente en la moneda seleccionada por el consumidor, cumpliendo con las normativas vigentes en materia de facturación y defensa del consumidor.